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El balear señaló que ha viajado a París este año para recuperar su trono, pero como siempre tiene "los pies en el suelo", y ante su primer rival, el francés Gianni Mina, dijo que los jóvenes siempre "pueden dar un susto".
Un Nadal relajado, tranquilo y convencido de que ha hecho la gira de tierra de forma perfecta (ha ganado los tres Masters 1.000 de tierra batida), señaló la víspera de su debut que su intención este año es, sin duda, ganar.

"Siempre soy humilde. No es una pose. Hay que estar con los pies en el suelo. Estoy para ganar pero falta aún muchísimo, y también hay otros, pero hay que estar con esa mentalidad. Vengo con la intención de ganar, sí", señaló el zurdo español.

Stefano Garzelli, ganador del Giro de Italia de 2000 y segundo en el de 2003, aupado como el 'delfín' y sucesor del malogrado Marco Pantani, sumó su séptimo triunfo de etapa en la 'corsa rosa', con un tiempo de 41 minutos y 28 segundos, 42 segundos mejor que Cadel Evans (Omega), y 54 segundos menos que el francés John Gadret (Ag2R).

David Arroyo, con 43 minutos y 44 segundos, hizo una crono muy regular, en la que cedía algo más de un minuto con Garzelli, el mejor en el punto intermedio del Paso Furcia, en el kilómetro 7,6, y 1:02 con su principal rival, el italiano Ivan Basso, con el que sólo perdió otros 4 segundos en la meta y retuvo con amplio margen el rosa.

Arroyo pasó con nota el puerto de Plan de Corones, el denominado 'Angliru' italiano, en el que la pendiente media alcanza el 8,5 por ciento y se alcanzan picos del 22 y 24 por ciento -la Cueña les Cabres llega al 23,5 de porcentaje en 'il picu' asturiano-, en el que Evans fue el mejor de los favoritos.

Por su parte, Carlos Sastre acabó el 19, con 43:59, a 2 minutos y 31 segundos de Garzelli y cedió el cuarto puesto de la clasificación general al propio Evans y ahora es quinto, a algo más de 4 minutos y medio (4:36) del corredor de Talavera de la Reina, aunque también tiene muy cerca a otro de los destacados en la crono, el italiano Vicenzo Nibali (Liquigas), cuarto a 1:01.

No obstante, el madrileño forjado en la sierra de Ávila, donde aprendió a sufrir en las cuestas junto a su cuñado José María 'el Chava' Jiménez, también siguió un ritmo rectilíneo moviendo multiplicaciones del 34x28 sobre el asfalto 'pelado' del monte italiano.

Arroyo descontó así una fecha más hacia su sueño de rosa de Verona. En la general, aventaja ahora en 2:27 a Iván Basso y en 2:36, al australiano del Saxo Bank Richie Porte. Evans es cuarto, a 3:09, mientras que Vinokourov, octavo hoy a 1:37, es séptimo, con 5 minutos y 12 segundos de retraso respecto al pupilo de Eusebio Unzúe.

El talaverano recibió el trofeo de líder del piloto español de Ferrari, Fernando Alonso, gran aficionado y practicante del ciclismo, amigo de corredores como Carlos Sastre, que siguió la cronoescalada y al que invitó a posar en la foto con la maglia que tanto sudó en las rampas de más del 20 por ciento.

El miércoles, Arroyo tendrá que seguir defendiendo el jersey en la decimoséptima etapa, entre Brunico/Bruneck y Peio Terme, 173 kilómetros, con un único puerto, el Passo delle Palade, pero a cerca de 70 kilómetros de la meta

Hola a todos. Un lunes después de una carrera que no ha ido bien, todo siempre es más difícil, pero me gusta estar aquí también estos lunes para contaros mis impresiones.
La verdad es que ayer ya desde las primeras vueltas no me veía del todo cómodo, me costaba seguir el ritmo de las dos Yamaha, pero más o menos conseguía seguir su estela. De todos modos, en buenas condiciones, estamos todavía 3 o 4 décimas por paso más lentos que ellos.
Luego Rossi y Lorenzo metieron un cambio de ritmo y ahí ya no me fue posible seguir enganchado a ellos. Pero creo que a Dovizioso, que venía cuarto, le tenía controlado.
Después vinieron problemas con el freno trasero en mi moto, y yo cometí varios errores en apenas dos vueltas, lo que no es normal. Son demasiados fallos, y es por esto que Andrea y Hayden pudieron cogerme y pasarme.
Me voy decepcionado de Le Mans, porque el tercer puesto lo tenía ahí, al alcance de la mano, y aunque por quedar “solamente” tercero tampoco me iba a ir mucho más contento, sí es cierto que los puntos sí que eran importantes para el Mundial.
Se puede decir que todos hemos fallado este fin de semana, yo mismo no me quito culpas, y tenemos que afinar nuestro trabajo cara al Gran Premio de Italia. Ya desde Qatar estamos algo descolgados en la clasificación y no podemos pensar ahora en recuperar esos puntos de golpe. De momento tenemos que pensar en trabajar para poder volver a luchar por la victoria.
No estamos lejísimos. El sábado, por ejemplo, pude luchar por la pole, y la moto es rápida. Pero tampoco estamos todavía en disposición de pelear por la victoria en cada GP, y eso es lo que tenemos que conseguir ahora, como primer objetivo.